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miércoles, 13 de julio de 2011

Cerco mediático en Occidente deja de reportar una de las protestas civiles más grandes de la historia: más de 1 millón de libios se reunieron para marchar en contra de la invasión de la OTAN y el genocidio que ha provocado.

El pasado 1 de julio más de 1 millón de libios marcharon en Trípoli hacia la Plaza Verde en rechazo de la invasión militar que despliega la OTAN en su país. Los manifestantes expresaron su apoyo al gobierno y los pobladores de Benghazi y Misrata que están siendo perseguidos por las fuerzas rebeldes fondeadas por la OTAN, la CIA y otras agencias.
Una persecución que ha tomado tintes raciales ya que algunos medios han reportado que Gaddafi ha empleado mercenarios africanos, por lo cual en estas poblaciones tomadas por los rebeldes —o contrarrevolucionarios— se han efectuado linchamientos y otras atrocidades en contra de la población negra.
Libia es un país de poco más de 6 millones de habitantes y más de 1 millón marcharon el 1 de julio en una de las protestas públicas más grandes de la historia en cualquier país del mundo. Sin embargo, la mayoría de los medios occidentales (incluyendo a Al-Jazeera, que parece estar controlado por los mismos intereses) no dieron a conocer ni siquiera que esta protesta se había realizado y menos su envergadura.
El cerco mediático deja claro que el discurso occidental de libertad de expresión y democracia es una gran ilusión: cuando todos los medios masivos se alinean con los gobiernos de las grandes potencias en una ofensiva ilegal que constituye un claro crimen humanitario, ¿dónde está la democracia informativa?  Cuando las protestas eran en contra de Gaddafi, y en un número mucho menor, éstas aparecían sistemáticamente en las primeras planas de medios como el New York Times, The Guardian, El País, el Huffington Post, Le Monde, etc.
Científicos independientes dicen haber confirmado el uso de uranio empobrecido en Libia en contra de las fuerzas de Gaddafi y de la población civil;  irónicamente uno de los argumentos que se manejan para intervenir en estas guerras es salvar a la población del riesgo de que su dictador utilice armas de destrucción masiva.
Antes de la invasión de las fuerzas de la OTAN, Libia atravesaba un relativo bienestar económico (lo cual, más allá de sus excentricidades, hace que la gente apoye en su mayoría a Gaddafi); actualmente, las sanciones impuestas por la comunidad internacional y los destrozos de los ataques militares han hecho que este país se empiece a sumir en una profunda crisis con oscuros ecos de lo que sucedió en Irak, un país que ha sido prácticamente destruido dejando a millones en la extrema pobreza.
Fuente: Pijamasurf 

LAVROV: “LOS BOMBARDEOS DE LA OTAN SÓLO MATAN A LOS CIVILES QUE SE SUPONÍA IBAN PROTEGER” 




Los bombardeos de la OTAN en Trípoli sólo causan muertes entre la población civil en vez de protegerla, como exige la resolución de la ONU. Así lo ha declarado hoy el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa.
“Los países occidentales anuncian que las bombas deben seguir cayendo hasta que se venza, hasta que Gaddafi deje de ser una amenaza para la población civil y retire todas sus tropas. El precio en vidas humanas de estas declaraciones políticas es muy alto. Los especialistas militares estiman que a corto plazo no existe ninguna posibilidad de lograr una solución, y el resultado es la muerte en ambos bandos, muertes de civiles inocentes a los que se suponía que se iba a proteger con la resolución”, aseveró el canciller.
Lavrov estima que “la situación [en Libia] se prolongó demasiado”, razón por la que -aseguró- “durante la cumbre en Deauville nuestros socios occidentales le solicitaron a Dmitri Medvédev que Rusia mediara en el conflicto”.

Fuente: RT

Manipulación sobre la ’guerra’ en Libia

Massanet, que ha vivido durante cinco años en Libia, explica que justo antes de la invasión, Libia atravesaba un buen momento económico tras el levantamiento del bloqueo. Asegura que la coalición de países que ha invadido el país cuenta con unos intereses muy claros: el petróleo.
Una semana antes del intento de golpe de Estado en Libia, yo estaba en Trípoli. Hablé con algunas personas y me comentaron que era imposible que en Libia pasara lo que había pasado en Túnez o Egipto.
Volví a España y poco después se iniciaron las revueltas que, dijeron, eran “levantamientos contra la opresión de la dictadura de Ghadafi”. Mostraban las manifestaciones en la plaza de Benghazi repleta de gente y explicaban las razones.
Mi sorpresa, incredulidad e impotencia ante tantos “malos entendidos” y situaciones me han llevado a escribir este texto para contar como es la Libia real.
En el momento que se inicia esta “revuelta” Libia estaba viviendo el mejor momento de su historia y los libios, en general, estaban muy entusiasmados sin que ello signifique que todos compartan las mismas ideas o estén totalmente de acuerdo con su Gobierno.
La apertura del embargo al que ha estado sometida Libia, durante tantos años permitió a los libios abrir las puertas a los avances tecnológicos que hasta ese momento tenían vetados a pesar de disponer de dinero para comprarlos: Desde hace unos años todas las casas libias tienen antena parabólica, aire acondicionado y teléfono.
El Gobierno libio inició hace unos cinco años la reconstrucción del país. Se estaban construyendo casas nuevas en todas las ciudades y pueblos de Libia. Para ello empresas chinas, inglesas, norteamericanas, alemanas, italianas, españolas, turcas y egipcias estaban participando en la reconstrucción del país con la condición de que emplearan a trabajadores libios. Esta tarea de reconstrucción está ahora parada.
Los libios esperaban que esas casas se entregaran a finales de año. Incluso a los jóvenes se les estaba prestando dinero para acceder a una vivienda.
’Conflicto’ libio
La situación que vive Libia estos días hay que denominarla ‘conflicto’y no ‘guerra’ como se hace en los medios de comunicación. En Libia no hay una guerra entre dos fuerzas, sino una invasión muy bien preparada durante años contra un país.
Es como si un elefante, (la OTAN y varios países), luchara contra una hormiga (Libia), con seis millones de habitantes sin aeropuertos, sin gasolina y un ejército muy pequeño. Es nececario aclarar que en Libia tampoco existe una guerra civil porque la gran mayoría de los libios están unidos contra la invasión externa. Si la OTAN se retira, se terminaría “la supuesta guerra civil”.
Antes del conflicto, la gasolina era muy barata. Además, el Gobierno contaba con un economato donde las familias y los inmigrantes podían comprar a precios muy bajos alimentos básicos como arroz, harina, pasta etc. En los comercios privados se podía encontrar todo tipo de alimentos. Todo esto y mucho más descartaba toda opción de levantamiento aunque sí existían quejas sobre el Gobierno.
Por otra parte, los libios saben que el petróleo es suyo por lo que consideraban normal el dinero que cada mes el Gobierno les daba como reparto del petróleo a todos los ciudadanos de más de 18 años. Pero eso no gustó a algunos mandatarios influyentes.
Problemas con las tribus libias
Por un lado, en el área de Benghazi siempre ha tenido tribus en desacuerdo con el Gobierno de Libia. Allí vive la tribu del rey Idris que fue destituido pacíficamente. El golpe del 69 sacó a todos los colonizadores de Libia, es decir a Francia, Italia, Inglaterra, EE UU y un lobby judío muy influyente, que aún conservan las propiedades aunque ahora viven en el extranjero.
Los bereber que habitan en los montes Nafusa también han tenido problemas con el Gobierno libio sobre todo por el integrismo religioso de esta tribu, al igual que en la zona de Darnah, en relación a la negativa del Gobierno libio a darle rango de Ley a Al Quram y por mantener Libia como Estado laico, así como establecer mediante un consejo nacional de ulemas, la aprobación de la línea religiosa del país de manera que no tengan cabida en las mezquitas libias las posturas más integristas.
Todos estos puntos conflictivos del país, que por otro lado son tensiones normales en cualquier país, han sido utilizados y dirigidos por un grupo de golpistas que son personas muy ricas y que han participado con el Gobierno pero desde hace dos años con los intentos de cambiar la economía del país, decidieron unirse a Occidente para dar un golpe de Estado.
Moamar al Ghadafi recomendó dar directamente todos los beneficios del petróleo a los libios y eso creó una gran oposición por parte de algunas personas especialmente por el que ahora es el jefe de los rebeldes y algunas tribus, por lo que este cambio no pudo llevarse a cabo.
Utilizando ‘los puntos débiles’ de Libia, los rebeldes provocaron las revueltas en Benghazi y, muy al contrario de lo que se dijo, fueron sangrientas y muy agresivas desde el primer momento. Y el primer día robaron los arsenales de armas del Gobierno libio, quemaron edificios y empezaron las ejecuciones de una lista negra.
Apareció en los medios que “Ghadafi” estaba masacrando los barrios de Sug al Juma, Fash Lum y Tajura y a raíz de esta masacre la ONU envió la OTAN a Libia con el objetivo de establecer, por la fuerza, una zona de exclusión aérea con el supuesto objetivo de proteger a los civiles de unos ataque que tal y como declararon fuentes militares rusas no se produjeron, ya que en las fechas y ciudades de los supuestos ataques aéreos, tanto los satélites como los radares rusos que monitorizan libia las 24 horas del día no registraron el vuelo de ningún avión libio.
Sin embargo y con una rapidez inimaginable, la OTAN llegó a Libia y desde entonces cada día los aviones de la OTAN entran en el espacio aéreo de Libia y bombardean sistemáticamente todo el país sin recibir respuesta. Han bombardeado todos los aeropuertos, puertos, flota pesquera, silos de grano, hospitales, depósitos de armas, grandes extensiones de palmeras, pueblos, al Ejército libio para apoyar a los rebeldes armados, civiles, colegios, universidades etc.
Mientras, los medios de comunicación internacionales están en Hotel Rixos de Trípoli viendo los bombardeos, los muertos, las manifestaciones de la gente en las calles contra la OTAN y no dicen nada de eso. He vivido en primera persona como un día que la OTAN lanzó sobre Bab al Azizia 18 bombas, murieron varias personas y hubo más de 150 heridos graves, los destrozos de la onda expansiva de las bombas y heridos leves. Al momento un autobús llevó a toda la prensa internacional al lugar de los hechos. Vimos los muertos y heridos, se tomaron fotos, pero luego no se dijo nada de los hechos salvo un periódico de EE UU que comentó “no haber comprobado víctimas civiles”.

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