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jueves, 24 de marzo de 2011

EL ORGULLO DE UNA GUERRA

Cómo pueden llegar a cambiar las cosas. Cuando Aznar decidió apoyar a Bush y Blair en su invasión de Irak, el PSOE y sus simpatizantes (es decir, los vividores que reciben subvenciones cuando el partido está en el poder) se echaron a la calle para decir NO A LA GUERRA. Ahora, en cambio, nos dicen que debemos estar orgullosos de ir a la guerra.
Porque lo de Libia es una guerra en toda regla, aunque nos lo quieran vender de otra forma. Una guerra contra un dictador que lleva 40 años haciendo de las suyas, derribando aviones, destruyendo a toda oposición en su país (eso nos contaban, pero parece ser que no era cierto; contradicción tras contradicción), y solamente ahora se han iluminado y se han dado cuenta de que es un tío muy malo, cuando prácticamente todos los líderes de Europa han hecho negocios con él. Esta es la gran hipocresía de los políticos que tanto me gusta.
Debemos estar orgullosos únicamente porque es una “guerra legal”. Legal bajo su punto de vista, claro. ¿Cómo puede algo tan bárbaro y horrible como una guerra ser legal? ¿Sólo porque lo han votado 10 de los países del Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Qué entidad moral tiene la ONU para decidir si se lleva a cabo o no una guerra?
Qué bien venden estos chicos. Los del NO A LA GUERRA ya no salen a la calle, han desaparecido (no vaya a ser que les quiten las subvenciones); qué fácil se venden por un plato de garbanzos… ¡Qué triste! Y los demás a callar, que si no seremos tratados de antipatriotas por decir que no a su “aventura humanitaria”.
Todo esto me recuerda a la táctica de los americanos cuando tenían problemas domésticos, por ejemplo Reagan que ya bombardeó Libia, o Clinton que, para tapar su affaire con la becaria, no se le ocurrió mejor cosa que bombardear… Libia. Ahora, nuestro Gran Líder (entre otros que también supongo que tendrán cosillas que esconder y que han bajado mucho en las encuestas, como Sarkozy) intentará tapar la continua sodomía a su sufridor pueblo, precisamente bombardeando Libia. La historia se repite, por enésima vez.
Dicen que es para defender a los libios, a la población civil inocente, de las matanzas de un dictador que lleva 40 años perpetrándolas; precisamente ahora. ¿Y quién nos va a defender a nosotros del nuestro, que está destruyendo la familia tradicional, la clase media, la Seguridad Social, el sistema educativo…? ¿Vamos a tener que esperar 40 años hasta que alguien que quiera tapar sus vergüenzas se digne a salvarnos de la perdición? Por favor, Angela Merkel, ¡invádenos ya!
Una vez más, los medios de intoxicación de masas, incoherentes, hipócritas, manipuladores,… en definitiva, vomitivos. “Hay que intervenir para ayudar a los insurgentes”. ¿A quién? ¿Sabe alguien quiénes son esos insurgentes-rebeldes de los que tanto se habla? El mismo EE.UU. ha reconocido que no sabe quiénes son. ¿Y si no son tan buenos como se les presupone? Igual son “integristas” de algo, y es peor el remedio que la enfermedad. Pero tranquilos, Zetaparo seguro que les conoce; seguro que son de fiar; no me extrañaría que incluso les haya estado subvencionado durante estos últimos años. Por cierto, ¿cuánto nos va a costar esta aventura? Prefiero no pensarlo, con la que está cayendo y hay que meterse en estas batallitas; definitivamente, nos hemos vuelto locos.
Señores políticos y periodistas, no tenemos ningún inconveniente (yo, al menos, no) en que se pongan un uniforme militar y acudan raudos a defender a los insurgentes desconocidos que están siendo masacrados impunemente. Nadie se acordó en su día de aquellas increíbles masacres de Indonesia (Banda Aceh), o de Ruanda, y de tantos otros países africanos y asiáticos. ¿Y las de los estadounidenses en tantos países de Asia, África, Centroamérica…? Turquía con los kurdos. Actualmente, en Costa de Marfil, Yemen, Bahrein… En fin, la lista es interminable. Eso es impunidad total en nombre de la libertad y la democracia.
Quieren evitar supuestas (yo ya no me creo nada de las versiones oficiales) matanzas de civiles por medio de una “intervención” (o sea, guerra) legal, auspiciada por la ONU; una ONU que ha provocado tantas muertes en la población civil de varios países, por ejemplo, de más de un millón de niños en Irak con sus erróneos embargos de agua y medicinas. En Libia va a pasar lo mismo, ya lo están planeando, es decir, para “evitar supuestas masacres” de civiles, se va a bombardear ‘objetivos estratégicos’ (se está haciendo ya), con los consiguientes daños colaterales (eufemismo para enmascarar precisamente masacres en la población civil inocente). Y después, más embargos donde quien más va a sufrir es precisamente la población civil inocente, especialmente los niños. Así que todos a sentirnos orgullosos de esta guerra.

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